Los Ángeles en el Santuario de Las Lajas: custodian y transmiten mensajes
Cuando visitas el Santuario de Las Lajas, no solo quedas impactado por su majestuosidad arquitectónica y el imponente cañón que lo rodea. Si prestas atención a los detalles, descubrirás que esta obra gótica tiene un sello muy especial: en lugar de gárgolas, como suele ocurrir en el arte gótico europeo, aquí te encuentras con ángeles que custodian sus muros y transmiten mensajes espirituales.
Al caminar por el templo, te darás cuenta de que los ángeles están distribuidos en dos lados, cada uno con un significado profundo.
Ángeles del
lado derecho: Estos
representan momentos clave en la vida de Jesús. Están allí recordándote que,
según la tradición, Cristo ocupa el lugar de honor a la diestra del Padre. Cada
figura se convierte en una invitación a reflexionar sobre su paso en la Tierra
y su papel como guía espiritual.
Ángeles del
lado izquierdo: Aquí el
protagonismo lo tiene la Virgen María. Estas esculturas evocan ofrendas,
alabanzas y momentos significativos de su vida, mostrándote la ternura y
devoción que el pueblo ha expresado siempre hacia ella.
Entre estas
representaciones, hay dos figuras que llaman especialmente tu atención:
El Ángel del
agua de vida
Este ángel sostiene un recipiente del cual brota agua. No es cualquier símbolo:
representa el líquido vital, fuente indispensable para la existencia. Se dice
que el agua que fluye de su vasija proviene de una vertiente natural que nace
justo a los pies de la imagen de la Virgen de las Lajas. El mensaje es claro:
la vida misma se renueva con la fe.
El Arcángel
San Miguel
Muy cerca del Santuario, en un espacio que invita al descanso con kioscos y
zonas tranquilas, te encuentras con una imponente escultura de San Miguel. Fue
colocada allí en 1928, gracias a la iniciativa del obispo Antonio María Pueyo
de Val y realizada por el maestro Julio César Benavides.
San Miguel aparece como líder de los ejércitos celestiales, derrotando a
Lucifer y a los ángeles caídos, arrojándolos al infierno. Se le reconoce como
protector de los enfermos, de los más débiles y, en este caso, guardián
permanente de la Virgen y del templo. Al estar frente a su imagen, sientes la
fuerza de la lucha entre el bien y el mal, y la promesa de que la fe siempre
prevalece.
Así, cuando
recorras Las Lajas, no olvides mirar hacia arriba. Cada ángel, cada escultura,
te habla en silencio de la historia de Jesús, de la devoción a María y del
poder de la protección divina.
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