¿Por qué Pasto fue capital de la República?
Y es justo en medio de esta tormenta política que Pasto
recibe un honor histórico: convertirse en capital de la república, tal como lo
establecía la Constitución de 1858.
Pero antes de llegar a ese punto, necesitas conocer los
acontecimientos que desencadenaron este momento decisivo.
Desde 1831, cuando la república adoptó el nombre de Nueva
Granada, hasta 1858, cuando pasó a llamarse Confederación Granadina, ya habían
ocurrido al menos tres grandes guerras civiles. La primera, entre 1839 y 1841,
conocida como la Guerra de los Conventos o de los Supremos, golpeó con fuerza
el sur del país. La segunda, en 1851, cuando los conservadores se levantaron
contra el gobierno de José Hilario López. Y la tercera, en 1854, con el
levantamiento del general José María Melo contra José María Obando, quien fue
derrocado aquel 17 de abril.
Durante ese tiempo, tres constituciones marcaron el rumbo
político: la de 1832, la de 1843 y la de 1853. Y en 1857, cuando el liberalismo
estaba dividido entre los seguidores de Mosquera —apoyados por los
“draconianos” y algunos conservadores— y los de Manuel Murillo Toro
—respaldados por los “gólgotas”—, el poder cayó en manos de un conservador:
Mariano Ospina Rodríguez. Él asumió la presidencia tras el mandato de Manuel
María Mallarino, quien había gobernado con relativa armonía.
Un año más tarde, en 1858, se sanciona una nueva
Constitución que da vida a la Confederación Granadina y oficializa el
federalismo. Cada Estado podía dictar sus propias leyes y elegir a su
presidente, mientras el gobierno central solo intervenía en asuntos de orden
público, moneda, leyes penales y relaciones exteriores.
El artículo primero lo decía con claridad: Antioquia,
Bolívar, Boyacá, Cauca, Cundinamarca, Magdalena, Panamá y Santander se
confederaban a perpetuidad, formando una nación libre e independiente.
Pero Ospina Rodríguez no gobernaba con apertura. Su estilo
sectario generó resistencia: Mosquera en el Cauca y Murillo Toro en Santander
se hicieron elegir presidentes en sus Estados, lo que encendió la ira de
Ospina. Desde el poder central buscó debilitar a estas autoridades, apoyándose
en funcionarios que promovían incluso su derrocamiento.
La tensión explotó en 1859, cuando se expidió una Ley
Electoral que entregaba al Congreso, dominado por los conservadores, la
facultad de intervenir en las elecciones de los Estados. Seis de los nueve
Estados —Cauca, Panamá, Santander, Magdalena, Antioquia y Bolívar— la
declararon inconstitucional.
El tablero político estaba dividido: Antioquia, Boyacá,
Bolívar y Cundinamarca bajo dominio conservador; Santander y Magdalena en manos
liberales; Panamá neutral; y el Cauca liderado por Mosquera con su “partido
nacional”.
El 18 de abril de 1860, Mosquera protestó oficialmente
contra la ley y advirtió que, si se aplicaba, el Cauca se separaría de la
Confederación. Sin respuesta, el 8 de mayo declaró al Cauca como Estado
soberano e independiente, con el respaldo de Bolívar y Magdalena.
Mientras tanto, el presidente Ospina intentaba frenar la
crisis, pero ya era tarde: Mosquera marchaba sobre Bogotá, esta vez con el
apoyo de José María Obando. La guerra estaba en marcha.
En medio del conflicto, y al no poderse celebrar elecciones,
el poder pasó al procurador Bartolomé Calvo, pero tanto él como Ospina fueron
capturados por Mosquera. De acuerdo con la Constitución, la presidencia recayó
en el general Leonardo Canal González, quien decidió marchar al sur para unirse
a Julio Arboleda y organizar la contrarrevolución.
Fue así como en julio de 1862, en La Unión, Canal asumió la
presidencia de la Confederación Granadina. Y el 23 de ese mes llegó a Pasto,
donde designó a Vicente Cárdenas como secretario de Relaciones Exteriores y a
Juan Bautista Cajiao en Hacienda.
Tres días después, el 26 de julio de 1862, tomó una decisión
que marcaría para siempre la historia de la ciudad: decretar a Pasto como
capital de la república.
Ese, y no otro, es el camino que llevó a tu tierra, Pasto, a
ser reconocida en aquel momento como el corazón político de la Confederación
Granadina.
El decreto en mención es el siguiente:
El presidente de la Confederación Granadina, En uso de la autorización que le concede el artículo 4 de la Ley de 30 de abril de 1859 para trasladar provisionalmente, en caso de grave turbación del orden general, la capital de la Confederación al lugar que las circunstancias indiquen como más conveniente,
DECRETA:
Artículo Único. Designase para los efectos legales la ciudad de Pasto, como capital provisoria de la República.
Dado en Pasto, a 26 de julio de 1862.
Leonardo Canal.
Presidente.
El secretario de Gobierno y Guerra.Sergio Arboleda.
Pero la historia de Arboleda no termina ahí. Tiempo después,
en las montañas de Berruecos, en el sitio conocido como El Arenal, fue herido
gravemente. Al día siguiente, el 13 de noviembre de 1862, falleció en el sector
de Olaya, en lo que hoy es el municipio de Arboleda, en Nariño. Allí mismo se
levantó un monumento para honrar su memoria. Sin embargo, como tantos otros
lugares históricos de nuestra tierra, este espacio ha sufrido el abandono y el
deterioro del tiempo, por falta de cuidado y preservación.
Un hecho que nos invita a reflexionar: ¿cómo podemos valorar nuestra historia si dejamos perder los lugares que la mantienen viva?